UNA REFLEXIÓN DENTRO DE LA ESPIRITUALIDAD

Comparto con ustedes la reflexión de una de mis queridas alumnas, Andrea Romero, quien se ha enrumbado a una vida de búsqueda espiritual y quien permanentemente canaliza sus progresos al adiestramiento de otros seres  a   través del camino del yoga, trasmitiendo paz con su femenina fortaleza, disciplina y entusiasmo y quien me ha regalado este escrito para compartirlo como un aporte a mi blog.

Gracias Andrea

La Verdad del Ser

El Ser es tu esencia, como el aroma de la flor que no se ve pero se percibe, se siente a través de nuestros sentidos, en este caso el olfato…El Ser es esa sutileza que se percibe cuando permitimos que florezca el alma, el Ser es ese fino hilo conductor que mantiene todo unido, centrado y en equilibrio, pues es la parte de nuestro interior que pertenece enteramente a Dios, a esa entidad superior creadora, manifiesta e inmanifiesta en este mundo terrenal…Solo tú puedes hallar tu verdadero ser, reconectarte con tu interior es una experiencia que se trabaja día a día, y para muchos de nosotros es la principal meta de nuestras vidas.

Cuando te conectas con tu ser y lo proteges del vicio exterior, puedes llegar a conocer la verdad, la verdad de la plenitud del alma, al conectarse El Ser (microconsciencia) con la infinitud de Dios, Divinidad, Universo, Creador (macroconsciencia) tienes acceso a la verdad, al fragmento de verdad que te corresponde conocer en este momento, si el Alma es una gota de Dios, la verdad que se nos develará es una gota de la verdad eterna… Mientras más profunda sea tu conexión con esa macroconsciencia experimentarás en mayor medida la profundidad de la verdad de tu ser.

Una vez comprendido esto, puede inferirse que la verdad del ser es simplemente la manifestación de Dios que reside en ti, en mi, en todos, y cuando nos conectamos desde la verdad (Dios) todos somos uno, así que, al hacer el llamado a la verdad de tu Ser, estoy haciendo el llamado a esa parte de ti que a la vez es una parte de mi y que nos hace UNO…Sat Nam!

Sat Nam es un mantra que significa “hago un llamado a la verdad de tu ser”.