Existen
formas de movilizar la energía que representa la ira para transformarla en el
sentimiento o virtud que la contrarresta, es decir, por el sentimiento de “PACIENCIA”,
representado por un alto nivel de tolerancia y comprensión de nosotros mismos y
de nuestro entorno; la paciencia sana las heridas causadas por la ira,
tiene un efecto calmante, e igualmente mejora nuestra capacidad de amar y nos
hace mas compasivos.
La
paciencia es la más grande y poderosa de las virtudes que puede generar
o despertar un ser humano, y es que a través de ella se pueden hilar otras
virtudes, en el entendido que al hacernos conscientes de que la paciencia
es una manera maravillosa de alcanzar nuestras metas y lograr incorporar a
nuestra vida todo cuanto queramos reestructurar, sustituir o modificar.
Quien
es paciente consigo mismo, ya posee un nivel de amor que le permite acceder a
otros dones universales, la paciencia en nuestra relación intrapersonal es
la base de la paciencia en nuestras relaciones interpersonales. La paciencia
representa el primer paso para obtener sincronía, ya que, el que tiene la
capacidad de esperar sin ansiedad, alcanza con mayor facilidad el equilibrio.
En
sentido estricto la paciencia es la capacidad de aceptar y esperar sin
que necesariamente esto nos convierta en seres conformistas y desmotivados. La
mencionada virtud representa además nuestro deseo y necesidad de entrar en
equilibrio con el universo.
Ejercicios para generar y aumentar nuestros niveles de
paciencia:
Generar
paciencia implica aprender a no sucumbir ante los deseos personales, concebidos
desde el punto de vista del ego. Implica además aceptar como principiantes que
lo que importa no es nuestro tiempo, sino el tiempo de la energía inteligente,
con la cual generaremos sincronía de forma más veloz en la medida en la que
dobleguemos nuestra voluntad a la velocidad y tiempo del universo. Para lo cual
debemos:
1.-
Hacernos conscientes de que nuestra calma interior garantiza la velocidad a la
que nos movemos exteriormente.
2.-
Interiorizar que la espera activa pero relajada propicia resultados perfectos,
pero la espera pasiva y angustiosa crea resultados adversos.
3.- Confiar, lo cual se ejercita a través de afirmaciones o
repeticiones (tal como se fortalecen los músculos físicos) aumentan nuestra
fortaleza emocional. Las afirmaciones persiguen calmar la mente insegura, crear
un corazón confiado y libre de miedos, dichas afirmaciones pudieran ser:
-
Mi confianza garantiza mis resultados.
-
Mi mayor certeza es que el resultado será perfecto y
armónico.
-
Mi calma en la espera acerca mi objetivo.
·
Ordeno a mi mente guardar silencio y esperar apaciblemente
los dones del universo.
Para generar
paciencia no debemos olvidar, lo que hace tantos años dijo el filósofo griego Heráclito y que aun está vigente “Todo
fluye”.