Translate

lunes, 26 de junio de 2017

INTUICION
Las personas somos como antenas que recibimos información; dicha información viene a nosotros a través de diferentes formas de conexión con la inteligencia superior de la cual emanamos, y con la que interactuamos constantemente, entonces decimos que somos intuitivos.
Esa conexión es a veces tenue y a veces profunda, porque logramos entrar en armonía con la fuera que anima la vida mediante varios mecanismos: Algunos lo logran al rezar, quienes recitando oraciones de hermoso contenido activan el hemisferio derecho o hemisferio santo, como algunos beatos que dedican tiempo de su día a crear este lazo. Otros oran, lo cual es una práctica similar a la conversación, donde planteo situaciones, deseos, metas, quejas, o agradecimiento esperando la respuesta celestial que nos conecta con nuestra coherencia interior, un segmento más pequeño medita o se dedica a la contemplación y el silencio donde fabulosamente no hablas tú, sino que agudizas la escucha y entonces Dios habla en un lenguaje que solo tu hemisferio santo (hemisferio derecho) puede entender, ya que son palabras sin idioma, son palabras que se conectan con la fibra emocional y espiritual del ser humano que logra experimentar un gozo y beneplácito interior incomparable. Y ante las mencionadas prácticas nuestra intuición mejora notablemente.
Pero todos tenemos una conversación interior con ráfagas de silencio que no concientizamos, también el que no intenta conectarse tiene una conexión que aunque frágil no se interrumpe jamás, en este artículo apelo a esa delgada comunicación que también puede fortalecerse con ejercicios sencillos, cotidianos que aunque menos espirituales pueden ser efectivos, porque el ser humano debe trabajar diariamente en convertirse en alguien cada vez más seguro, sensible pero con un carácter estructurado y equilibrado que le permita desplazarse en su vida como si tuviera empuñado un GPS que metafóricamente sería  su corazón, que al estar alineado con su ser superior, es el mapa más confiable que pueda existir, ya que en su mecanismo de funcionamiento y administración hay una directa comunicación con el creador, lo cual es una manera práctica de hacer uso de su intuición que no es más que una forma de aplicar en su vida su experiencia de Dios.

En este sentido estaremos protegidos y orientados hacia la alegría, la armonía y el deseo de ser seres humanos ejemplares como aquellos de los cuales ese Papá superior estaría orgulloso de haberle regalado la oportunidad de venir a aprender y a ayudarle en su trabajo de construcción del mundo, y quien permanentemente le estaría usando como consejero y única deirección.

miércoles, 15 de marzo de 2017

COMO EMPEZAR 
En la vida se atraviesan momentos de confusión y diatriba en los que algunas personas experimentan una sencilla sensación de vacío que los lleva a formularse preguntas relacionadas con su presente y futuro; y otras que perciben la vida de manera más dolorosa pueden llegar a sentir ansiedad, angustia e incluso entrampamiento. La pregunta clave de estas personas es cómo empezar una ruta de mejoramiento para recuperar su tranquilidad y sensación de seguridad. Primeramente debe tomarse una decisión, un compromiso personal de empezar a hacer todo lo necesario saludablemente hablando para sentirse mejor, aún cuando las herramientas para hacerlo nos sean desconocidas. 
Todo trabajo o proyecto parte de una decisión, esta decisión debe ser clara y contundente, debe sembrarse en el corazón para que el deseo de mejorar se vuelva incorruptible e innegociable, este primer paso que parece sencillo, es crucial porque es el que nos permitirá mantenernos en el camino cuando hayamos iniciado sin dudas y con entusiasmo, y si la duda llegara a aparecer, el deseo claro ayudará a despejar. Cuando la decisión está tomada en nuestra mente y corazón, notaremos que comienzan a aparecer los consejeros gratuitos, personas que hablan acerca de temas de mejoramiento, mensajes motivadores en nuestras redes, situaciones aleccionadoras en nuestra experiencia de vida, que probablemente siempre estuvieron allí, pero empezaremos a percibirlas como nunca antes, nos sentiremos envueltos en la casualidad que es la forma de la cual se viste la causalidad; es decir, creamos y causamos lo que pensamos. 
Cuando empezar?, Cuando se ha gestado el deseo no identificamos cuando se ha comenzado, porque los mensajes cotidianos nos empiezan a poner sobre los rieles del camino, lo que realmente se hace de manera consciente es formalizar el inicio, lo cual ocurre cuando voluntariamente tomamos un libro, nos enlistamos en un adiestramiento y dedicamos nuestra intención y atención de manera programada a las actividades que nos harán sentir alineados, coherentes y felices. 
Qué hay del camino? Como todos los caminos, pueden ser cortos o largos, agradable o empedrado, la clave es cuál es nuestra percepción acerca de cada comienzo; lo percibo fácil, será fácil, lo percibo difícil, será difícil; entonces la clave es percibirlo por adelantado como probable, sencillo, veloz, y permitirnos cuando vayamos en la ruta que esta se convierta en lo que hemos planificado, ya que se arranca con la idea y en el proceso la idea se hace real. 
Cómo sabremos que hemos comenzado de manera efectiva?. Por el retorno que con palabras, gestos y acciones recibimos de nuestro círculo, es decir cuando en vez de reproches recibamos halagos, cuando en vez de regaños recibamos sonrisas, cuando en vez de maltratos recibamos abrazos, nuestro sueño empieza a volverse más placentero y nuestros días y expectativas más entusiastas.